Luego de un rato de espera, Robbie me llevó a una habitación donde una doctora bajita de nombre Marcela me hizo el cuestionario de rutina. El nombre de ella si lo recuerdo, y lo supe bien, mucho después, no en ese momento. Pero si nunca lo voy a olvidar, Marcela, como se verá más adelante, se transformo en mi medica, siendo una de las personas claves en mi proceso de recuperación. Respondía a las preguntas intentando hacer chistes, trataba de moverme con ligereza. No deseaba que me agarrara un bajón y deprimirme. Si tenían que operarme, lo mejor es que estuviera lo más relajado que pudiera. Mi vieja llegó en esos momentos, mientras Marcela me hacia las preguntas usuales y me abrían una historia clínica. Ni bien pude, llamo a casa y le avisé a mi viejo. Como estuve largo rato esperando, paseando por la guardia, mi viejo llego un rato después. Me pasaron el vestuario para la operación, consistente en bata, gorro y botines de esa tela propia de cirugía. Me hicieron pasar a un cuarto donde me vestí para la operación. El gorro debía ser para un niño, ya que no me entraba ni por las tapas. Y eso que no soy muy cabezón!
Finalmente, estuve vestido para la ocasión, por decirlo de alguna manera. Luego de un rato que me pareció eterno, me llevaron al quirófano "C", creo que era, donde me harían la cirugía menor.
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